Y aunque uno no tuviera ninguna
compañía humana, no se encontraba nunca solo. El mundo rebosaba tanta vida y
sabiduría que un lakota no podía ser consciente de la soledad absoluta.
Jefe Oso Erguido, Sioux Oglala
Cuando estés de noche en tu alcoba, aunque tengas las puertas y ventanas
cerradas y apagada la luz, no digas que estás solo: nunca se está solo.
cerradas y apagada la luz, no digas que estás solo: nunca se está solo.
Epicteto
Mi
casa es silenciosa, a ratos demasiado. Los días que no salgo y me recreo en la luz que danza y se transforma a través de la ventana, parece que no hay nadie más en el mundo. Lo malo, o lo bueno, es que
tal vez sea verdad.
No tengo ambiciones ni deseos.
O Solitude, Henry Purcell (1659-1695). Alfred Deller (1912-1979)
CANTO DEL SOLITARIO
No tengo ambiciones ni deseos.
Ser
poeta no es una ambición mía,
es
mi manera de estar solo.
Alberto
Caeiro
La clave está en el canto,
el canto solitario del que sabe
que nadie le escucha y no le importa;
y canta con la voz más clara
o más quebrada, según sople el viento
o suba la marea.
Y tal vez un día más nítido,
vertical frente al tiempo y sus mudanzas,
consiga desvelar
la razón de la vida y de la muerte
con asombro, al saber que es escuchado,
que él mismo es quien lo hace y eso basta;
él mismo y su sagrada soledad,
que puede desbordarse y abrazar
el mundo con su lúcida conciencia.
O Solitude, Henry Purcell (1659-1695). Alfred Deller (1912-1979)
In queste parole io rivedo la tua casa,come se fossi lì.Giuseppe
ResponderEliminarGrazie mille, Giuseppe. La distanza materiale non può separarci davvero dagli amici. Tu sei sempre qui.
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ResponderEliminarRecuerdo imágenes de mi infancia en casa de mis abuelos; por la noche, en la cama, miraba el techo sin poder dormir, las figuras de luz y sombra que formaban los coches que pasaban por la calle y que se proyectaban sobre el techo de la habitación... Intentaba sincronizar el ruido del motor de los automóviles con el movimiento de las sombras sobre mi cabeza...
Había cierta nostalgia, cierta atmósfera de pena y soledad en todo aquello...
Siempre que me hablan de silencio, me vienen aquellos recuerdos de niño.
Mil besos, Eugenia...
Querido Marco,
Eliminargracias por compartir los sentimientos de ese niño que tú sabes (porque ya tienes vislumbres de lo atemporal) que sigue aquí. Y también conoces el Silencio esencial, donde vivimos, nos movemos y existimos.
Dile al niño que se alegre, porque estaremos con él todos los días, hasta el fin de los tiempos. Y recuérdale también que las sombras son solo ausencia momentánea de luz. Que la luz siempre vuelve.
Un abrazo eterno para ese niño, y para ti en él.