Yo sé que olí un jazmín en la infancia una tarde, y no existió la tarde.
Francisco Brines
Sentir...
que es un soplo la vida,
que
veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Alfredo Le Pera y
Carlos Gardel
Aquellos cafés de madrugada en un bar de obreros. Aquel chico rubio y delgado con mono azul que a menudo me invitaba. Otras veces invitaba yo. Fumábamos un cigarrillo, intercambiando algunas frases y algunos silencios, los dos tímidos. Luego, cada uno a su tarea; él, al taller mecánico; yo, al almacén donde me esperaba una bata del mismo azul que su mono.
No lo he vuelto a ver, pero aún me conmueve su galantería honesta, limpia, de barrio humilde, del que solo tiene su trabajo y eso le basta y le honra.
Como Proust su magdalena, añoro el sabor de aquellos cafés con leche en vaso de caña, cuando el alba se despedía de la noche y todo era transparente, también las monedas sobre la barra y los cigarrillos que nos ofrecíamos con gesto azorado, también la tristeza leve de las mañanas en que, quizás por un retraso del autobús, a pesar de que alargábamos el café, no coincidíamos.
Ninguno de los hombres que vinieron después, ni siquiera, o mucho menos, los aparentemente más galantes y educados, ha logrado que olvide al chico con mono azul y uñas algo renegridas, siempre atento, amable en el sentido real de la palabra, con los ojos y la voz tan limpios.
No lo he vuelto a ver, pero aún me conmueve su galantería honesta, limpia, de barrio humilde, del que solo tiene su trabajo y eso le basta y le honra.
Como Proust su magdalena, añoro el sabor de aquellos cafés con leche en vaso de caña, cuando el alba se despedía de la noche y todo era transparente, también las monedas sobre la barra y los cigarrillos que nos ofrecíamos con gesto azorado, también la tristeza leve de las mañanas en que, quizás por un retraso del autobús, a pesar de que alargábamos el café, no coincidíamos.
Ninguno de los hombres que vinieron después, ni siquiera, o mucho menos, los aparentemente más galantes y educados, ha logrado que olvide al chico con mono azul y uñas algo renegridas, siempre atento, amable en el sentido real de la palabra, con los ojos y la voz tan limpios.
Mi Querida autora de relatos vividos, soñados, deseados, y perdidos, con nostalgia del podria a ver sido pero se quedo solo asï, ,, La pregunta seria hazlo real y no recordarlo del pasado, vivelo ahora y no como fue o como sería,,,,
ResponderEliminarMi querida autora de relatos vividos, los sueños como decia aquel que se hagan realidad ya, y mas ahora o porque no desde siempre.............
Tu fiel amigo platonico
Querido y fiel amigo platónico, gracias por leerme, por tus sugerencias y por tus buenos deseos. En ello estamos...
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