Escuchando El novio de la muerte en la voz de Javier Álvarez, te embarga una extraña melancolía; siempre pensando en tus padres, temiendo que sufran, temiendo perderlos... Hoy no piensas en ellos en realidad, evocas al padre y a la madre.
No tiene que ver con la canción, ni con la guerra y sus dos bandos, ni con la muerte. La voz delgada, nada pretenciosa, de este cantante se atreve con una canción políticamente incorrecta y hace de ella un asombro dolorido, un poema universal.
No sabes si es su voz frágil o la penumbra de esta tarde lluviosa, o las dos, o ninguna, lo que anuncia que es hora de buscar a la madre y el padre que llevas dentro, con su amor, su potencial creador y regenerador.
No tiene que ver con la canción, ni con la guerra y sus dos bandos, ni con la muerte. La voz delgada, nada pretenciosa, de este cantante se atreve con una canción políticamente incorrecta y hace de ella un asombro dolorido, un poema universal.
No sabes si es su voz frágil o la penumbra de esta tarde lluviosa, o las dos, o ninguna, lo que anuncia que es hora de buscar a la madre y el padre que llevas dentro, con su amor, su potencial creador y regenerador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario