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jueves, 16 de febrero de 2012

Que nos quiten lo bailao


                                                      En el mundo no existe nada profano para los que saben ver.

                                                                                                                   Teilhard de Chardin


Que nos quiten lo bailao,
dijo hace tiempo un amigo,
y no pude evitar preguntarme
si yo había bailao lo suficiente
para que haya valido la pena vivir.


Lo bailao..., lo feliz..., lo verdadero.

Traté de afinar la pregunta
que le hacía a esa parte de mí misma
más silenciosa,
más cierta.

Lo bailao...,
lo feliz...,
lo verdadero...,
lo real.

Empecé a repasar mi vida
–¿corta?, ¿larga?, larga, pensé en la mariposa–
para encontrar lo bailao, lo real.

O no encontrarlo.

Una casa pequeña
un oso de trapo con la cara triste
mucha luz a través de los visillos blancos del salón
un pelo liso y rubio que brillaba y me dejé cortar a cambio de un helado de fresa
ese helado y otro y otro
un tío que era también padrino y era mágico aunque los demás no lo vieran
un confesionario demasiado grande y oscuro
el mismo mar esperándome feliz cada verano
una fuente con luces de colores que encendían de noche
los cuentos que inventaba para explicarme el mundo
excursiones a la montaña con botas chirucas y mochila ligera
altares en los árboles
meditar sobre una roca
escribir versos
contar historias de fantasmas
tocar la guitarra junto al fuego, antes de meternos en el saco de dormir
una piedra con forma de sirena que el mar me regaló
mi amuleto en cientos de exámenes
el joven loco de Ciempozuelos, bello como un san Sebastián herido
los discos de vinilo que servían de espejo
y tantos libros, tantos veranos
el amor con sus luciérnagas
el desamor con sus alas
la amistad apuntalando todo
los días de vino y rosas
el vino
las rosas
el olor a coraje que impregna las piedras del Coliseo de Roma
aquella mujer harapienta con quien conversé junto al mar
como si fuera mi hermana o como si fuera yo
los malos tiempos con su seda malva
tejiendo el capullo donde recobrar fuerza y verdad, fuego y mirada
el vino y las rosas otra vez
los autobuses de noche
los que llevan a la residencia donde mi abuela soñaba sin recordarse
el borracho sabio y oportuno que sopló en mi frente
el día que rompí el penúltimo espejo
un invierno largo con su fina escarcha cubriendo fracasos
el miedo
las dudas
la primavera viniendo de nuevo
y un punto y aparte
un punto dorado, fino como el extremo de una daga
un león solitario con los ojos verdes
salvando el amor para la eternidad de un solo verano
las palomas de Oviedo cortejándose en el balcón de un hotel luminoso
los peldaños que llevan a San Juan de Gaztelugatxe
un recién nacido mirándome desde otra dimensión, para recordarme lo que importa
el concierto de Mark Knopfler en Las Ventas, la noche que volví a ser libre
una tormenta de mayo, en la que un relámpago rasgó la bóveda oscura
revelando que la sombra no es más que ausencia de luz
las playas brumosas de Brighton, con sus colores somnolientos
los barrios decimonónicos de Londres
por donde aún pasea el espíritu de Eliza Doolittle
la belleza decadente de Lisboa
los secretos del Lago de Garda
la alegría triste de Venecia
  la exuberancia de Sintra
una tarde dorada en Verona
las calles solitarias de Milán
en el Duomo una silueta elevándose
bailando con la luz de las vidrieras
 un alma naciendo
y Júpiter acercándose, cada noche más grande y nítido
con su mar de fuego
ese centro rojo que también nos mira.



2 comentarios:

  1. Vaya testamento hermoso el que somos
    me recuerda a trazos la película de blade runner
    todos somos un poco eso o mucho
    un destello de intensidad en un tiempo limitado
    yo agradezco como tú
    mis silencios llenos de imágenes
    mis miradas llenas de voces
    y sobre todo la luz
    la luz que cada mañana me atormenta con tanta felicidad.

    Gracias por tu bello testamento de recuerdos
    R de R

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    Respuestas
    1. Gracias a ti, amigo. Qué alegría haberte encontrado de nuevo y volver a compartir palabras y silencios, miradas y luz. Hace tiempo que formas parte de lo mejor de "lo bailao".

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