Gratis habéis recibido, dad gratis. Mateo, 10, 8










martes, 7 de febrero de 2012

Frío


                                        Caminad mientras tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas,
                                 pues el que camina en tinieblas no sabe por dónde va. Mientras tenéis luz,
                                 creed en la luz, para ser hijos de la luz.
                                                                                                                 Juan 12, 35-36


           Una ola de frío siberiano sacude Europa. Me hago un ovillo entre las sábanas, subiendo bien el embozo del edredón. Si muevo una pierna, el resto del colchón está helado y me estremezco. Pienso en M., en la UCI, desnudo de cintura hacia arriba, con el pecho lleno de ventosas conectadas a aparatos, las sábanas bajadas para no obstaculizar ese entramado de tubos y vida artificial. Pienso en E., postrado en cama para lo poco que le queda, ¿Llegará a levantarse una vez más? ¿Volverá a comer comida normal antes de irse? ¿Esbozará una última sonrisa?
            La pierna se me ha quedado fría, vuelvo a encogerme. Toco con la mano el extremo del colchón, helado, un frío insomne. ¿Tendrá frío E.? Tan delgado, tan enfermo, tan gastado... Que no teme a la muerte, le ha dicho al sacerdote, que ha tenido una buena vida, que está agotado... Pero llora, dicen que a veces llora. ¿Tendrá frío M. en una cama extraña, con visitas temblorosas de doce a una y de cinco a seis?
            ¿Cuántas personas duermen esta noche en la calle, en esta ciudad para muchos tan hostil? ¿Cuántas tiritan hasta el espasmo? ¿Cuántas soportan el frío más tremendo en las gélidas salas de los tanatorios, afrontando ausencias afiladas como icebergs? ¿Tendrán frío los muertos? ¿Lo tendremos dentro de poco, un puñado más o menos abultado de años, cuando la tierra haya cubierto pasiones y dudas, ausencias repetidas, soledades que muerden? ¿O logrará, la llama que hemos prendido, calentar nuestros huesos, transformándolos en polvo enamorado, promesa de eternidad?
            Caminad mientras tenéis luz. Hace frío, estamos solos y cansados, la gente sufre, la gente envejece, enferma y muere. Hace frío, a veces tanto..., pero aún tenemos luz.




                                        La Vendedora de fósforos. Animación realizada con
                                      arena por Benjamín Probanza. Basada en el cuento de
                                                         Hans Christian Andersen

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