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sábado, 3 de septiembre de 2011

Anhelo


              Una canción de la Tierra que gira, y de palabras acordes,
                             ¿creías que esas eran las palabras, esas líneas verticales?,
                             ¿esas curvas, ángulos, puntos?
                             No, esas no son las palabras, las palabras esenciales están en la tierra y en el mar,
                             están en el aire, están en ti.
               
                                                                                                                              Walt Whitman


Sigue acercándose
mi poesía al silencio.
¿Qué meta he de alcanzar
en este viaje inverso?

Penélope no soy ni quiero ser;
destejer es el demonio
laborioso y tenaz
de los días perdidos.

¿Quedarme aquí,
en esta inesperada colina,
sin dejar que las águilas
me empujen al vacío?

O acaso más vértigo, atreverme
a asomarme al infinito
de la Palabra que no he de decir,
pues ya fue dicha
y resuena en el alma
que confía y espera.

No voy a resignarme
a cimas falsas,
cuando intuyo esa cumbre
que sueñan los poetas
y ninguno ha alcanzado.

Entender con la mente
y el corazón de todos los hombres
o de un solo hombre,
del Hombre,
que al principio era el Verbo,
y al final siempre el Verbo.

Somos el negativo
de una figura eterna,
anhelando esa luz que nos devuelva
el perfil esencial,
bajo un cielo fiel que nos bendiga,
nos haga aparecer.