Evangelio de Lucas 3, 15-16.21-22
En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante y todos se preguntaban sobre Juan, si no sería el Mesías. Juan les respondió dirigiéndose a todos: “Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. En un bautismo general, también Jesús fue bautizado. Y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: “Tú eres mi Hijo, el amado. El predilecto.”
El Bautismo de Jesús, Francesco Trevisani
El verdadero
dogma central del cristianismo es la unión íntima y completa de lo divino y lo
humano, sin confusión ni separación.
Vladimir
Soloviov
Hoy celebramos el bautismo de
Jesús y también nuestro propio bautismo, un renacimiento que se renueva cada
vez que recordamos quiénes somos realmente, más allá del cuerpo, la mente, las
emociones y la personalidad.
Hoy es día de alegría por ser
Hijos de Dios, llamados a la Vida, día de renovación y de asumir esos
potenciales de los que no solemos ser conscientes, para salir definitivamente de
los sueños de caos, muerte y conflicto en que nos hemos encerrado.
Vivamos desde
hoy con la ligereza que confiere ser conscientes de nuestra naturaleza de
Hijos, unidos ya al Padre. Ligeros y libres, regresando a Casa con la confianza
de sabernos liberados del mayor enemigo, que es la muerte y sus
manifestaciones.
Qué oportuno el
papa proclamando el Año Santo de la Misericordia, pues este año la necesitamos
más que nunca dentro y fuera. Abramos los ojos, los signos de los tiempos están
tan claros que el mundo parece un cómic, los conflictos se agudizan dentro y
fuera para que los veamos y los desvalidemos con la buena noticia del Amor que
somos y al que regresamos.
El vídeo del Papa. Diálogo interreligioso
Acabamos de
celebrar la Navidad. Ha nacido el Amor para todos los hombres y mujeres del
mundo y de todas las épocas, creencias, condiciones, y, si nace el Amor, todo
empieza de nuevo. ¿Ha nacido realmente en cada uno de nosotros?
Para ser capaz
de amar y ser amado hay que llegar a un estado de inocencia genuina,
inalcanzable si no somos sinceros con nosotros mismos. Un gran impulso para
atreverse a ser sincero de una vez es estar harto de uno mismo. Mirarse sin
paños calientes y ver la miseria que hay que pasar por el corazón:
miseri-cordia. Sin esa mirada valiente es imposible cambiar y volverse sincero,
inocente y libre.
Año de la
Misericordia, puerta al Amor. La llave es la sinceridad total que nos transforma
en inocentes, recién bautizados, listos para iniciar la Vida y el Camino.
¿Eres tan
valiente como para ser completamente sincero contigo mismo y con los demás?
Entonces serás inocente, capaz de amar y ser amado. Buen reto para el 2016.
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Una mujer le
preguntó al "extranjero":
-Dígame
francamente: ¿qué le parezco?
-No es justa
consigo misma.
-¿Qué quiere
decir?
-Dígame: ¿por
qué tanto rojo en los labios y tanto rimmel en las pestañas?
-Es que el
tiempo pasa y me gustaría parecer bella.
-Si supiese lo
bella que es, no recurriría a estos medios. Hay en usted, escondida, una
belleza posible de la que no tiene ni idea. La consciencia de esta belleza no
se ha despertado en usted. No ha podido traducirse en su rostro. Deje que esta
belleza interior se imponga. Se hará transparente a través de los ojos. Usted
será de una belleza radiante.
Lev Gillet. (Un monje de la Iglesia de
Oriente)
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