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jueves, 24 de marzo de 2011

David Gilmour




            David Gilmour ha envejecido mal, aparenta más años de los que tiene. En el concierto del Royal Festival Hall de 2002, que acabo de volver a ver, es casi imposible reconocer al joven cantante de Pink Floyd, pero su voz vibra más hondo, revela los desiertos que ha atravesado. Cuando interpreta High Hopes, logra que no vea el cuerpo hinchado o el rostro esculpido a sombras, sino esos paisajes de bruma y silencio que su voz descubre.
            El cuerpo de David Gilmour envejece mal, ha caminado hasta el cansancio por el lado salvaje, pero él está envejeciendo bien. Como el vino, como el arte, como el acantilado que golpean o acarician, o golpean y acarician, una y otra y otra vez las olas.


2 comentarios:

  1. Pues yo que le veo mejor que nunca. Y las chicas de por aquí, que le ven guapo reguapo a psar de los quilos. Y encima high hopes y confortably numb y echoes en acústico.
    Yo creo que se lo estaba pasando de cuidado, hasta que se le murio su compadre Wright.

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  2. También prefiero al David Gilmour de High Hopes, en 2002, aunque no lo veo guapo, sino bello (más bella que la belleza es su ruina). Además en él está el otro, su belleza esencial. La visible es solo un reflejo efímero.

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