Buscamos siempre fuera, hasta que los fracasos, el desánimo o un instante de gracia inesperado nos hacen mirar dentro. Entonces comprendemos que dentro y fuera son lo mismo y empezamos a ver, a través de viejas cortinas, trastos inútiles, ruidos, palabras vanas, un resplandor inédito que a la vez resulta familiar y deseamos que esa luz tan clara pueda brillar sin obstáculos ni velos, fundirnos con ella porque la sentimos lo más cierto, lo más profundo, nosotros mismos.
Gratis habéis recibido, dad gratis. Mateo, 10, 8
domingo, 24 de abril de 2011
Dentro y fuera
Buscamos siempre fuera, hasta que los fracasos, el desánimo o un instante de gracia inesperado nos hacen mirar dentro. Entonces comprendemos que dentro y fuera son lo mismo y empezamos a ver, a través de viejas cortinas, trastos inútiles, ruidos, palabras vanas, un resplandor inédito que a la vez resulta familiar y deseamos que esa luz tan clara pueda brillar sin obstáculos ni velos, fundirnos con ella porque la sentimos lo más cierto, lo más profundo, nosotros mismos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario